- Área: 321 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Sofia Flores Chapa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una casa para personas y perros plantea la necesidad de gran cantidad de espacio exterior, situación aún más importante cuando sus habitantes son amantes de la vegetación y la vida al aire libre.
El terreno, de 12 metros de frente y 18 metros de profundidad permite una solución radicalmente simple: Un proyecto lleno-vacío donde se construye la mitad del lote y se deja sin construir la otra mitad.
La mitad llena, la casa, se vuelca hacia la mitad vacía, el jardín; a la vez que una escalera lineal recorre la fachada y comunica todos los niveles. Entre la mitad vacía y llena existe una interdependencia que extiende el espacio transversal, longitudinal y verticalmente.
La planta baja se libera de divisiones innecesarias para conseguir una mayor integración entre la casa y el jardín. En planta alta el mismo efecto diáfano se consigue comunicando la estancia y las recámaras con grandes puertas corredizas de madera. Ambas plantas se conectan visual y funcionalmente al jardín con enormes superficies de vidrio corredizo.
La relación entre espacios, unida al uso mínimo de divisiones entre zonas, convierte al proyecto en un "Über-Loft": un espacio continuó entre interior y exterior, horizontal y vertical.
Dentro de la vivienda se aprecia un proyecto muy simple: Un volumen construido como un sencillo prima de concreto y vidrio que vuelca su mirada hacia el jardín.
Desde fuera, se aprecia cómo la solución “purista” de la idea inicial se vuelve mucho más compleja al tener en cuenta las condiciones del terreno.
El desnivel de más de un metro en el frente del terreno permite crear un semi-sótano para la cochera; pieza que usualmente bloquea vistas y cancela espacios en planta.
Su techo, se aprovecha para una gran terraza cubierta que sirve de remate al jardín y complemento del área social. La sucesión de espacios abiertos se corona con un solarium desde donde se disfrutan vistas privilegiadas del icónico Cerro de la Silla.
El juego de terrazas, escaleras y espacios de servicio dan lugar a una imagen tipo zig-zag, potenciada por una enorme viga que también hace las veces de valla perimetral.
El proyecto saca partido de una imagen sencilla con elementos industriales para resolver las limitaciones de presupuesto. El uso de simples revocos blancos sirve de fondo neutro al paisaje y contrasta con el concreto aparente de la escalera principal, de ciertos muros cuidadosamente escogidos y el piso de cemento pulido.
El toque industrial se acentúa en la malla desplegada de sus barandales y escaleras que en el exterior, son indudables protagonistas. La escalera metálica que conecta jardín, terraza y solarium continuará en un futuro hasta la azotea para sumar una enorme terraza a los numerosos espacios exteriores de la casa.
La gestual fachada del edificio, sus jardines y terrazas responden a las exigencias del terreno y hacen olvidar que el proyecto es una idea simple que consigue agradables espacios interiores y exteriores con una enorme economía de medios.